martes, 26 de febrero de 2008

D. A.



Florida y Corrientes 13:30, un almuerzo entretrabajo que es lo aceptable en este momento de nuestra relación. Momento que es sólo un lapso porque básicamente es una larga relación: desde el flay más absoluto a los 16 años hasta una pseudo amistad con arruguitas a los casi 30.
Acepto tu invitación almorzar, va más que aceptarla la impongo. Porque me deje la billetera en mi casa y sólo tengo cinco pesos que me prestó mi compañero y con eso no pago ni mi almuerzo ni el tuyo. Así que es una invitación.
Charlamos, y siempre es raro porque no nos vemos nada y a la vez es tan fácil estar ahí sentada, comiendo y tirándome la comida sobre la ropa. En un momento de la conversación, cada uno habla de su actual situación amorosa, en ese momento somos una escena de película (y me acuerdo de Escenas de la vida conyugal que ví el domingo y que me dejo un poco alterada con la cuestión “conyugal”) e inmediatamente la ironía gana mi diálogo y la risa se impone. Entonces claro, como es inevitable entre nosotros, aparecen recuerdos: es que son muchos años, todos va. Y te acordás de cuando nos encontramos después de no vernos por muchos años, cuando vos todavía estabas casado. Me decís que estaba esplendida, al segundo te das cuenta que esa percepción es de ex novio que encuentra a su ex novia después de tiempo sin verse. Y así vamos superponiendo lo que recordamos de cuando el azar nos cruzó. Fueron varios cruces. Lo que me sorprende, no deja de hacerme reír y de darme tranquilidad es que tu relato sea tan diferente al mío. Te reís de cómo actuaste y yo, claro, alucino con el tiempo.

6 comentarios:

Ariel Gulluni dijo...

Hay momentos en que el pasado parece saltar y hacer pie en el presente, como aboliendo la distancia entre ambas instancias; como si el pasado se hiciera puro presente, si las cosas fueran como fueron, hasta que algo, un detalle, un quiebre, nos muestra que si, en efecto, el tiempo no se detuvo para nadie.

el pony dijo...

Tal cual! Ese quiebre fue el que se hizo evidente ayer.

Anónimo dijo...

Acuerdo con los divagues sobre el tiempo, siempre tan omnipotente...
Pero más quería decirte, y, creeme, que relates más seguido.

el pony dijo...

ya sabemos que finalmente siempre te creo. Gracias!!

Anónimo dijo...

Que bueno esta esto, no soy muy poeta, me mato lo de la ironia y la risa, siempre caigo, me hizo acordar que no me acuerdo de una tarde en un bar que quiero recordar y no recuerdo.

el pony dijo...

Hermán, no se porq decis que es un desastre la escritura. Es un muy lindo comentario. Gracias pro el comentario acá y allá y Felicitaciones por la linda noticia que me diste!
Creo que yo sí recuerdo la tarde en el bar a la que te referís!