miércoles, 28 de mayo de 2008

Oficios

Podría haber tenido más de una opción, podría haberlas tomado a casi todas; podría haber caminado más lugares que decidí no abordar porque el trabajo era demasiado, porque el destino no era tan tentador, porque algunos me sometían demasiado a ideas de antes.
Así que fui descartando uno a uno los que no me gustaban mucho, los que no me dejaban ser como quería, los que pregonaban demasiada libertad, los cortos y los muy largos. De algunos recorrí algo y me fui, de otros lugares los descarté antes de pasar. Ahora ni me pregunto que hubiese sido de recorrerlos, sólo me pregunto cuáles fueron los que decidí transitar.

Ya sé que no todo termina acá pero, no me acusen, hay cosas que han seguido su curso y está bien que así sea. Lo que no fui, ahora practico serlo:
peluquera, escritora, maestra, psicóloga, historiadora, diseñadora de modas, instructora de yoga, modista, artista plástica, titiritera, inventora de juegos de mesa, urbanista, actriz, critica literaria, vestuarista, filosofa fenomenológica, chef, cuidadora de gatos, mochilera, poeta, guía turística, empleada insuficiente, militante, investigadora, asistente social, política, fotógrafa, terapeuta de pareja, informática, periodista, embajadora en París, estudiante eterna, jugadora de bridge, animadora de fiestas infantiles, organizadora de eventos, peronista, especialista en literatura maldita, decoradora de interiores, directora de teatro, artista en papel mache, productora de radio, editora, humorista stand up, mateadora larga, naturalista, etnógrafa, turista …

lunes, 26 de mayo de 2008

Pincelada

Pasaban los nadas y los todos por las oraciones como las primeras canas: imperceptibles.
Había otras palabras, como siempre las palabras, que venían a decir nada sobre lo que estaba pasando, que venían a distraer lo insoportable. Y las sonrisas o las piruetas, la luz, la tos, algo, por favor, que separe los cuerpos, que retraiga los impulsos, que libere las mentes (como quien dice, yo no quiero). La mente brilla si es la distracción del cuerpo. No quise caer en la delicia de la memoria para apartarme.
Pesaron silencios, porque no dejan salida, pero son bien interrumpidos por otros artilugios, menos convencidos, que aconsejan equivocarse para retraerse.
Y yo, que soy suelto, pensé que otra vez estaba sólo para lo que haga bien. Después me distraje y me raspé con la memoria.
El goce se me equilibra entre mis placeres y mis dolores.
Desde lo bajo un empuje ciego, persistente, liviano e impuesto. El tirador suelto, amor, guía favorecido por la falta de cordeles. Delicia, sí, gloria y perdición.
Arranqué con la misma miseria.
- No aciertes esta vez. Sé que todavía estoy ciego para ver en tu hedor mi placer. No apuntes, no pienses.
Después, como no soy muy meticuloso con la sinceridad, me abroché al delirio. Todavía el vacío no me pertenece, todavía piso en las mismas espinas débiles que se doblan antes de hacerme sangrar. No quiero saber del vacío que no me pertenece, ¿enterarme de todas las carencias que acercan la curvatura para después no reflejarme?
Debería haber aprendido a acribillar los relatos. Debería saber no mirar, no tocar o matar. Es mi amor, otra vez, mi ceguera.
- No yerres, amor, a la delicadeza del goce. No vuelvas a perder un poco de brillo por el encanto, no encantes e iluminá.
Amor me pierde y desamor me encuentra (no en el eje porque me ubica en el suelo).
- ¿Sabré acorralarte antes de que me deshagas otra vez, sobrevivirte?
Me susurra algo. Me sugiere. No puedo no escuchar y me estremece.
- No hables. No apuntes, dije, no fijes, no pienses, no relates. No abordes. Piedad, amor, que todavía son víctimas del suceso, que todavía no viven, que todavía vuelan.
¿Amor inmaculado después de tanto derroche? Algo tiene que haberse volcado, y no se quiere ensuciar. Pero mi memoria, maldita memoria, me trae cada tanto esos rasguños del único rumbo que existe que es el que ya transité. Y amor saluda sin cuerpo mientras se desvanece por horror.

(Es un escrito de Bat que me regalo para que lo suba acá, me gusto mucho)

domingo, 25 de mayo de 2008

Chantaje

Atascado en la nuca,
apaciguado reflejo,
acepto la conveniencia, sin más, porque es impuesta;
desciende por la columna,
lo dejo entrever mis venas,
no se trata de callarte o gritarte,
de nombrarte u olvidarte;
transito lento por el espacio cerrado del tramado
silencio, voy lento:
es una emboscada atacaré en tu espalda;
cuando calles, yo grito,
cuando escupás, yo trago;
encañonaré la piel,
chantajearé los hechos,
me inmiscuiré.
Será demasiada la sombra:
destruido tu pasado y mi presente.

viernes, 23 de mayo de 2008

Dos diálogos

1.
Lo que escribí antes, las instrucciones ,fue una idea de A.
Me estaba contando que tuvo un sueño con una chica que fue su novia; ella se iba y le mandaba una carta de lejos. Yo le pregunto: ¿que te ponía en la carta?. Me responde: no me acuerdo ¿me mandaría las instrucciones para su ausencia?

2.
- Hay minas "ricas" y minas lindas.
- No entiendo, ¿como es la diferencia?
- Ponele: Scarlet Johansen es "rica" y Liv Tyler es linda pero no es "rica"
- Ah, ¿y yo qué soy?
- Vos sos "rica" y linda
- ¿O sea que soy más linda que Scarlet Johansen?
- Jaaaaaaa claro que no, pero igual vos sos linda y "rica".
( el amor te hace decir cualquier estupidez)

Instrucciones para mi ausencia

  1. Bórrame lentamente de las noches de tu semana.
  2. Silenciá los discos de Radiohead, Spinetta, Cerati.
  3. Desparramá mis cosas para que al no estar todas juntas saquen mi presencia
  4. No podría haber sido nada de lo que no fue. Así, fue hermoso.
  5. Tapá las palabras tontas del amor, eran solo eso: tontera. Ya habrá más destinatarios.
  6. Extirpá los recuerdos del sexo, de las noches, de las fantasías, de las sensaciones.
  7. Fantaséame siempre riendo
  8. No hubo emboscadas, tampoco estrategia
  9. Creé que siempre hay algo que queda.
  10. El olvido es una opción.
  11. "Siempre termino en lo mismo, asesino tu fantasma y la diana me sorprende recostado en el balcón"

lunes, 19 de mayo de 2008

Hoy

Habrá momentos de mayor claridad, de menor dispersión; donde cada cosa tenga su correcto espacio; donde entren prolijamente las ideas y las palabras; donde exclame por la sorpresa y no pegue alaridos; el espacio esté dado y no ganado; donde pueda desplegarme toda y volverme varias.
Habrá momentos así, mientras tanto me estallo de risa y de sueño por tanto caos vuelto vida. Demasiadas ideas para tan poca cualidad. A veces es mejor dormir.
Habrá momentos.

jueves, 15 de mayo de 2008

Declaraciones

De repente me parece que somos iguales, que encajamos perfectos. Sobretodo porque nos reímos mucho y casi siempre de lo mismo. Me mira justo en la mitad de mi pensamiento y me dice: “quizás nos queremos tanto porque yo me parezco a Mickey Mouse y vos a la rana rene.”

viernes, 9 de mayo de 2008

Caminata

San Telmo está soleado hoy, sólo escucho conversaciones de idiomas lejanos y veo precios para lejanos bolsillos. Pero la sensación de bienestar de caminar al sol puede más que la frustración de no poder consumir nada. Me siento parte de algo y no sé bien de qué, de la ciudad o de lo que pasa en ella, de lo que planeo o de lo que hago. O quizás sea la intensidad de algunos momentos que siguen pasando.
Pienso: cuánto vaivén de sensaciones ¿Cómo puedo, a veces, sentirme tan extrañada, tan perdida, afuera de todo; ser ajena hasta de mi misma? Otras tantas veces siento esta sensación de creerme imprescindible en algún orden , en alguna cadena, ambiente. Sentirme familiar como si cada lugar haya sido mío, lo haya habitado, estudiado, conocido cada detalle.
Mientras el sol pega en mi cara la sensación de ser fundamental, de estar planeando una gran idea, de pertenecer a la mejor elite que a la vez es masa.; de transitar dejando huella. Y quizás en esa misma sensación, de repente, explota lo nimio, el acoso de que cada movimiento lleva tanto esfuerzo voluntarioso; tanta razón tanteada para que cada día uno no quiera renunciar y a la vez sepa que no tiene caso, que son simples excusas, que la mayoría de las veces se disipan por sí mimas.
Y siempre vuelvo a creer que es cuestión de fe, que por eso creo, y menos mal que ahora siento está plenitud, y no me importa que sea tan efímera como las pocas cuadras que me restan caminar hasta que me sumerja en el subte. Y baje hasta el tren despabilada y sonriente.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Terrenos resguardados

Dejo que el sol me encandile; me gusta la sensación. Me gusta porque cuando cierro los ojos y aparecen las manchitas negras en la luz, ellas devienen escenarios; su aparición no es una elección. Hay otra zona, otros lugares que habito sin estar. Cada uno, es una parte de mí, de lo que soy o de lo que me gustaría ser. Escenarios que se repiten y sostienen diferentes escenas, extraídos de deseos y recuerdos infantiles, de otros lados y de otros tiempos.
Una casa con patio empedrado con un árbol grande y una hamaca paraguaya; una ciudad parecida a Buenos Aires pero con mar en vez de un río lejano; un puerto amplio y suburbano que a veces me da miedo y otras veces me da amor; un río con sauces llorones en la orilla, me tranquiliza, se parece a los lugares a donde íbamos a pescar mojarritas cuando niños con mis papás y mi hermano; un monoambiente pintado de blanco muy minimalista y cool, en un piso alto de un departamento antiguo y señorial; la casa en la playa con desniveles y un amplio porche, un ventanal enorme al mar y mi biblioteca rebalsando de lecturas, hay perros y gatos y es el descanso activo más lindo que puedo fantasear; hay pedazos de Uruguay acá y allá, de la ciudad y de la playa, que se meten solapados;
La Habana y el malecón vuelven siempre; también hay pedazos de escenarios fantaseados en las lecturas: Paris, NY, Bahia, pueblitos del interior y muchos más.

Espacios que son refugio, condensaciones, puzzles del tiempo, de mi misma: espacios acallados, móviles, donde escapar cuando se vuelve asfixiante, se repite tedioso, hostil.

domingo, 4 de mayo de 2008

Rito

Muerte y resurrección: las formas de un cuerpo en movimiento. Las formas de los cuerpos en movimiento, descorporalizan. Deshacen lo tangible.
El amor es lucha: te domino para que me domines y si sucumbo a tu abismo es el mío. El llanto desconsolado es la partida desde y hacia un rito amoroso. El paisaje deja de ser la cama y la ventana; se transforma en lo imprevisto, hay movimiento constante. La quietud es parte, está dentro, componiendo y descomponiendo.
Extenderse, defenderse, a veces es emboscada y otras tantas es el tiempo dejándose.

viernes, 2 de mayo de 2008

Resplandores

Purpurina en mi jopo ochentoso
y en la cabeza de cielo del pelado,
en el lomo de la gatita
y en los rulitos de mi ex.
Purpurina en los parpados del amor,
en el escote
y en las botas.
Purpurina en la barba del amor,
en los ombligos,
en las tostadas del desayuno,
en la cama,
sobre mis manos,
entre los dedos.
Purpurina todo brilla,
somos esplendorosos, así, esparciendo glamour.
(vamos dejando una estela de brillo artificial)

jueves, 1 de mayo de 2008

Vuelve

La escena vuelve, me explota en la cara. Es hipócrita. No hay temor porque lo que sucedió ya no pasa pero no hay resignación: la pérdida nunca fue una posibilidad. Entonces pensé mientras caminaba, cuando dejaba que mi mente atraviese a ese otro terreno, las posibles diálogos del ahora. Relatos sobre nuestras ausencias, detalles rebalsando de tanta incondicional declarada. Porque la entrega nunca es temporal entonces vos y yo seguiremos siendo un poco también en el ahora. Y en esa satisfacción de que no todo se diluye en la inmediatez, de que tanta desnudez rompe ataduras, me explaye sobre vos con lo que había en mis manos: migajas de ese amor y mucha entrega.
De este lado, todo era moldeado, los mismos ojos llenos de cansancio esperando una redención mucho más allá; el mismo sacrificio embanderado y unas ganas infinitas de llorar. Te hubiese abrazado para decirte que te dejes en paz, que te entregues, que la belleza esta ahí y te alcanza. Te hubiese entregado una a una todas mis carcajadas para que detones tanta amargura.


Los abismos siempre son más, nunca jamás alcanza tan poca realidad a tanto deseo de la constancia. Apabullada de tanta desilusión fui decreciendo en casi cada imagen construida hasta formar este desierto, arrullada de soledad.

Corriente

Empuja para que se mueva y casi siempre queda estático. Es casi desesperado el impulso. De vez en cuando toma coraje: observa, reflexiona, calcula, sopesa. Mira por donde y decide. Entonces se generan expectativas y lo diferente irá a tomarlo todo, será otra etapa, nuevo ciclo. Al principio no hubo más reflexión, después empezó la melancolía porque se agigantan los recuerdos. Entonces la duda y después la desilusión. Lo peor está en no creer, el hermetismo devino de tanta prisión. Luego sólo espacios saturados de tanto uno, asqueado. El padecimiento pareciese ser la quietud del movimiento.