viernes, 2 de mayo de 2008

Resplandores

Purpurina en mi jopo ochentoso
y en la cabeza de cielo del pelado,
en el lomo de la gatita
y en los rulitos de mi ex.
Purpurina en los parpados del amor,
en el escote
y en las botas.
Purpurina en la barba del amor,
en los ombligos,
en las tostadas del desayuno,
en la cama,
sobre mis manos,
entre los dedos.
Purpurina todo brilla,
somos esplendorosos, así, esparciendo glamour.
(vamos dejando una estela de brillo artificial)

1 comentario:

Morticio dijo...

Si la purpurina fuese contagiosa, Pony aliado del gato, estaría dándome brillo donde me ilumina el tedio.
Mientras tanto, brilla artificial ser piadoso y es un consuelo sutil.