lunes, 9 de junio de 2008

Quién vino

Cuando miro el celular, y veo que hay un mensaje preguntándome que voy a hacer a la noche, me sorprendo mucho. Hace meses que no veo a L.G. y por lo menos un año que perdimos la confianza de podernos llamar por teléfono e invitarnos vernos. Pese a la sorpresa que me causa la pregunta me alegra que se haya acordado de mi; respondo inmediatamente “no voy a hacer nada, acabo de llegar a mi casa y me iba a dormir. Vení.”. Aclaro: es entrada la noche y yo acabo de llegar de una fiesta con la única proyección de acostarme y dormir tranquila lo más que pueda. LG no responde, a la hora decido llamarlo, no quiero perder la oportunidad de verlo, su mensaje despertó todas mis ganas de estar con él que siempre son muchas y esta vez parecen ser más. Me late fuerte el corazón cuando suena el teléfono pero me reestablezco cuando escucho su voz. Me dice: "ya te estaba por llamar, mira estamos acá con GGB ¿te molesta si vamos los dos? No, obvio vengan claro." Cuando llegan, GGB se va enseguida diciendo que alguien lo esperaba, no sé quién puede esperar a quién a esa hora pero no importa. LG me mira se sonríe, se saca la remera gris que trae puesta y se acuesta boca abajo en la cama. Sonrío, me agacho, huelo su piel: quedo embriagada. Es bello, muy bello, creo que es lo más bello que puedo pensar, que puedo sentir. Acerco lenta mi mano y antes de tocarlo ya siento su suavidad: el resto es puro delirio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

entregá a LG