domingo, 29 de junio de 2008

Entre

Un estado de hipnotismo que no irrumpe pero que tampoco calla, que se expande lentamente entre las sábanas. A veces el hormigueo se siente en las venas que llegan a la cabeza, el cosquilleo permite tu entrada. La llegada es absoluta, absoluta porque no deja nada fuera, porque se contenta con la evidencia. Todo es evidente, nada puede quedar bajo la sombra, es opulento, voluptuoso, desmedido. Pérdida de la vergüenza, no hay nada escondible y es poco lo simulable, aunque a veces se ensaye siempre se descifra. No me invento, ahí, porque ya soy y es todo exterioridad. Nada puede quedar fuera, no estamos fuera, todo es dentro. A veces asusta, a veces confía.

2 comentarios:

Ariel Gulluni dijo...

Me encantó.

La descripción de esa sensación que anula la frontera del cuerpo.
La periferia de la piel para ser todo y no dejar nada afuera.

Hermoso!

Anónimo dijo...

ariel, que suerte que tenes, mi coeficiente intelectual no logra descubrirlo, algunos los entiendo y otros no, pero emocionado porque el de arriba lo entendi clarito y me emociono. no te conozco pero me alegro como te entendes con mi primita, se ve que hay algo fuerte que los une y eso siempre cae bien.
un abrazo.